EL PODER DE LA PALABRA

Quisiera saber el vértigo que sintió el hombre que articuló la primera palabra.
El que dijo: esto se llama así. Aunque antes debió crear: esto, se, llama y así; en ese orden. Supongo que no fue el orden, sino que dio un nombre a algo y luego pensó como comunicarlo.
El tema no es caer en la estructura, ni la forma. Sino en lo que ha dejado. En lo que nos despiertan las palabra. Son un gran detonador que activan mecanismos impensados, dependiendo de quien las lea, su historia, sus emociones y su momento sobre todo. Jamás hubiera imaginado lo que podría suponer en algún momento de mi vida la palabra distancia.
Lo que pudiera haber significado camino, hoy puede ser tiempo, puede traducirse en horas de charla añoradas, en abrazos, en lágrimas.
Y así las palabras nos llegan creando mil diccionarios, mil álbumes, infinidad de sensaciones.
Listaré palabras que me producen un tropel de sensaciones y me resulta imposible resumir su significado sin encontrar imágenes por todos lados.
Rawson
Hermano
Guardapolvo
Milanesa
Niños
Hija
Compañera

Comparto parte de mi lista con ustedes queridos amigos. Es tan larga que aburriría, sin dudas soy un habitante de un mundo de palabras. Convivo con las palabras de los libros, siento la intensidad de cada una de ellas al usarlas para mi trabajo, como con las palabras, me visto con palabras. Estoy convencido del gran poder de la palabra, con la palabra se puede solucionar todo, es el arma más poderosa que tenemos. Y la única arma que dispara también en contra de quien la empuña. La maravillosa palabra.

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