tag:blogger.com,1999:blog-107000862024-02-08T20:46:41.103+01:00PATODROMOESPACIO DE DIVULGACION DE IDEAS, MENSAJES, INQUIETUDES Y MAS IDEAS.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.comBlogger41125tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1127168765154203012005-09-20T00:21:00.000+02:002005-09-20T00:26:05.166+02:00EL INTOCABLELe tiraron de todo. Ganchos, jabs, uppercuts, directos de izquierda, de derecha; hasta algún codazo se le vino encima alguna vez. De todos modos nada llegaba a puerto, una cintura que se contorneaba bajo el plafond del Luna esquivaba golpes, cabezazos, escupidas, puteadas y un montón de ilusiones de pegarle al campeón.<br />Nicolino lo esquivó todo. Se le agachó al cuore hace unos meses y se le rió con tres by pass. Hace un par de días el calendario le tiró un 66 y el intocable, con una finta maravillosa, no acusó el golpe.<br />Hoy el bobo le tiró un directo que le dio de lleno.<br />Parece que venía cansado evitar tanto ataque, en un round que no terminaba nunca.<br />Ya está campeón, tranquilo.<br />GongPAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1126562803315873262005-09-13T00:04:00.001+02:002008-02-15T17:09:26.983+01:00CORAZÓN DE MADERAComo un fantasma lo ves aparecer detrás de una espesa niebla de aserrín. Apenas se distingue el parpadeo de su inseparable cigarrito mentolado. Por todos lados hay madera, del suelo al techo. Puertas, patas, taquitos, mesas, todo, todo de madera. El Santi tiene madera hasta en la ropa, los bolsillos llenos del polvillo de la madera. Tanta madera, si hasta el corazón tiene de madera.<br />A veces, siempre, absolutamente siempre, recuerda a su amada mujer, a la que se fue tan pronto hace tan poco, a la que se le agotó la vida justo cuando estaba poniéndose todo más lindo. Cuando esos destellos vienen a su mente, la dorada medalla con la cara de su amada que le cuelga del cuello, pareciera brillar con más ganas. Sus ojos también, se sacuden tanto polvo y se llenan de un brillo húmedo y radiante. Con la humedad, se le hincha el corazón, el de madera, y parece que se le saldrá del pecho.<br />Soy viudo, me dijo anoche y parecía que se lo decía a sí mismo antes de llegar a la cruel realidad de la casa sola y las ollas frías. El Santi se estaba convenciendo, estaba metiéndole sierra a las ilusiones, martillando sueños, lijando deseos. Adónde podré viajar solo, decía, no se puede andar solo. Y fantasea con esa maravillosa mujer que esperaba para cenar a su hombre con olor a madera. A ese grandote que se erige como un roble y que tantas veces en sus brazos, se desarmó emocionado volviéndose chiquito como un puñadito de piezas de dominó.<br />Sos de buena madera Santi, te los digo en el idioma que vos mejor entendés: Sabe perfectamente, TOC TOC, que nunca dejaste de pensar en ella, TOC TOC.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1125431219838826402005-08-30T21:30:00.001+02:002008-02-15T17:09:17.839+01:00ANITA DE LOS DOS PUERTOSVivo en una sociedad que tiene una edad mental media de trece años. Una incultura generalizada aberrante, indignante. A la gente le interesa más la vida de los demás que la propia, y más precisamente la vida de la entrepierna de los demás. Muestra de una vaciedad absoluta. Cuando digo incultura, no me siento subido a nada, no me refiero a quienes no tuvieron la oportunidad de estudiar. Mi bisabuela era analfabeta, sin dudas la persona más culta de mi familia. Una mujer que vivió cien vidas juntas.<br />Anita de los dos puertos, vivió en dos continentes, en dos pueblos. De día estuvo en La Pampa, trajo tres hijas al mundo tras el sonido trepidante del cereal triturado en el inmenso molino harinero de la familia. Las crió con una mano durísima y algún guiño cariñoso, tanto como permitía su soledad. Esa vida de día la llevó luego a San Juan, donde con una mezcla explosiva de tenacidad, sacrificio, esfuerzo, creatividad, viudez y buena memoria; se puso a hacer helados. Los de la otra vida, la vida de noche.<br />Por las noches Anita vivía otra vida, caminaba por su pueblito natal, justo a la mitad de esa bota que es Italia. Un rinconcito pedregoso que apenas si cambió un poquito en diez siglos. En el centro de la plaza hay una fuente, dos de los chorritos de agua no funcionan. Lo decía siempre ella, hoy lo puede ver cualquiera que pase. Por las noches se iba a Morrovalle, se sentaba junto a su madre, parlaba la sua lingua, corría, saltaba, se vestía de algún color que no fuera su perpetuo negro. Al despertarse se sacudía el polvo marchegiani, se llevaba el pelo hacia atrás y salía a volver a ganarle a la vida. Le torcía el brazo cada día y le decía quien mandaba. Le ganó a la vida por cansancio, la gastó. Un día, que nos íbamos al circo con mis padres, luego de mil batallas, después de haberlo hecho todo y de haberlo vuelto a hacer; ese día nos dio unas golosinas para endulzarnos la función, nos besó en la frente y se fue a su cuarto a apagarse. Le volvió a ganar a la vida. Vive en cada uno de nosotros y nos acompaña, como buena cicerone, cuando alguna noche nos damos una vueltita por Morrovalle.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1122970212939711552005-08-02T10:09:00.001+02:002008-02-15T17:09:07.873+01:00MALA COMPAÑERAHola aquí estoy de nuevo, soy tu eterna compañera. Nací el día que tus padres empezaron a compararte con otros niños, me hice más fuerte cuando te importó perder a aquella chica en brazos de otro.<br />Todos los días de tu vida estaré contigo, en todo lo que hagas. Cuando tu cara empiece a armar una sonrisa, te daré un cachetazo. Te llenaré de recuerdos, no te dejaré dormir por las noches. Seré todo para ti, estaré encima de tus deseos, todo se cubrirá con mi color, jamás algo podrá gustarte del todo, yo haré que le falte un poco a todo lo que tengas.<br />Te apretaré las sienes, no te dejaré disfrutar, me encargaré de tu felicidad, para siempre una mitad será tuya y la otra mitad será mía. Te haré indeseable, comandaré cada acto, ya nadie querrá estar contigo. Porque eres mío, porque serás solo para mi. Porque no te soltaré, te llevaré por dondequiera, no volverás a decidir nunca jamás.<br />Eres mío. Lo serás por siempre. Ya es un hecho, no te resistas. Ahora duerme, despídete hasta mañana, dime adiós. Llámame por mi nombre, dime, adiós Envidia, hasta mañana.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1122535691603831092005-07-28T09:26:00.001+02:002008-02-15T17:08:55.503+01:00UNO, CADA UNO Y CADA CUALBasta cerrar los ojos, concentrarse en sus deseos y decidir ser quien uno se proponga.<br />Uno puede ser bombero y apagar todos los fuegos, liberar a la gente de su trampa de hierros y cemento. Ser cada día un héroe anónimo, un ángel guardián, entregándose entero sin condiciones ni intereses.<br />Uno puede ser científico, buscar la solución a las enfermedades, desarrollar vacunas que se suelten en el aire y no haga falta una sola moneda nunca más para administrar medicamentos.<br />Uno puede ser aviador y cruzar todos los cielos del mundo con una nave en las manos. Llevando, entre un montón de asientos, sueños, ilusiones, adioses, proyectos, penas, alegrías, amistad, soledad, amor. Yendo cientos de historias a la ida y trayendo otras cientos a la vuelta.<br />Uno puede ser escritor y gozar con locura en el momento sublime en que la roja sangre se vuelve azul en el trazo de la pluma. Cuando se vuelca el alma en el papel y se entregan hojas y hojas de sueños. Historias fantásticas para los pequeños, escritas en papel rosado para las adolescentes encantadas. Puede llevar relatos tórridos y complejas vidas, para lectores aburridos.<br />Uno puede ser maestro y llenarse el corazón de alegría en el momento de enseñar las primeras palabras a un montón de pares de ojos brillantes, agradecidos. Acompañando los pasos hacia el saber de quienes serán nuestro futuro, nuestra mayor esperanza.<br />Uno puede ser lo que quiera, puede ser gigante o enanito. Gordo o flaco, negro o blanco; o rojo o azul. Lo que quiera.<br />Pero jamás, nunca, en toda su vida podrá ser nada de nada, nada dividido en mil millones, nada menos nada; si antes no ha decidido: ser uno mismo.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1122450476580259432005-07-27T09:47:00.001+02:002008-02-15T17:08:42.472+01:00PALTASEstoy sentado a la sombra fresca de un par de árboles frondosos. El papel en mis manos se ha vuelto verde clarito por el reflejo de tantas hojas, de tantos frutos. Son árboles de palta (aguacate), siempre deben estar en pareja. Esta especie es tan parecida a nosotros, solo dan frutos si hay dos juntos. Y lo curioso, lo que los hace más parecidos a nosotros, es que no siempre es fructífera la unión, solo lo hacen si hay compatibilidad. Algunas parejas de paltos pasan una vida de compañía sin el menor atisbo de una sola palta. Otras se doblan enteras cada temporada regalando el oro verde de sus ramas.<br />Es un árbol que sintetiza la relación de dos. Es fascinante, motivador al menos.<br />Me lleva a pensar en el origen de estos que me acogen hoy a sus pies. Veo las manos de ella eligiendo de una canasta las paltas más turgentes, las que prometían una carne más mantecosa. Las corta en la cocina con un cariño incomparable, va retirando la pulpa del interior, reservando la redonda semilla. Un tesoro marrón que inverna en el interior de ese huevo verde. Prepara ensaladas con una parte, pisa la otra con delicadeza para dejarla en un puré muy suave de color verde pálido que invita a meter un dedo, o dos.<br />Con las semillas inicia un ritual de semanas en agua, de un cazo al otro, cambiando el líquido, cuidándolas y hasta hablándoles de vez en cuando. Cuando dan su espigada plantita, ella las lleva al jardín, a ese rincón que tiene reservado. Con delicadeza y emoción les da la bienvenida a su jungla en miniatura. Serán compañía por un largo tiempo, serán la vista desde su ventana en tardes grises de invierno. Serán alimento para todos los que tengan la enorme fortuna de cobijarse bajo su techo.<br />Es una hermosa historia de amor, una historia más en la vida de esta mujer que va esparciendo su amor por el mundo. Va dejando sus frutos a cada paso. Justamente uno de sus frutos está entre la sombra y el papel recordando de donde vinieron estos paltos al jardín.<br />Gracias mamá.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1121166193004628192005-07-12T13:02:00.001+02:002008-02-15T17:08:10.874+01:00EL VECINO DE ORIONFebrero regalaba un naranja suave que venía del azul más diáfano que se pueda imaginar. El naranja se fundía en redondeles como los que hace el pincel de acuarela en el vaso de agua y suave, acompasado, se convertía en violeta.<br />De repente estaba envuelto en uno de esos momentos en que la magia parece venir a apoderarse de todo y de todos. El momento justo en que el sol da su guiño, cuando la noche aprovecha y se le abalanza como una pantera para cegarlo definitivamente. Son dos segundos, un abrir y cerrar de ojos y la señora noche cubre con su capa todo el sol con un golpe de cadera de cabaret. Es el atardecer un momento increíble. Un instante que nos llena de emoción, que nos enseña que no sabemos nada de colores. Y al otro día vuelve a mostrarnos que no aprendimos nada, que jamás sabremos nada de colores. Si algún día nos parece que ya no hay qué nos sorprenda, siempre tendremos un atardecer más.<br />Ribetes pálidos en un horizonte que perdió la pulseada, la noche promete llegar de un momento a otro. Estoy ansioso esperando ese instante. He pasado todo este rato extasiado con los caprichos del color, para llegar a mi encuentro.<br />Comienza todo cuando las primeras estrellas parpadean aún como desperezándose. Cuando los diamantes tirados al azar sobre el terciopelo negro van ocupando su lugar. De pronto veo a mi izquierda que se ha terminado de armar el cinturón de Orión. Esa es la que esperaba, la estrella de abajo, la del pie, es mi preferida. Allí vive un amigo mío, un queridísimo amigo. Un ser especial, revoltoso, dueño de una vitalidad envidiable. De esos tipos que rara vez te cruzas en la vida y parece que quieren vivir diez vidas en una sola. Se que vive allí, en la estrella más baja de Orión, porque cada vez que pasé por un momento difícil lo tuve para pedirle que me echara una mano. Para que me ayudara a aclararme, para que conversara conmigo un rato. Este tipazo vivió sus diez vidas en una sola y muy joven se fue a vivir a aquella estrella. Fue mi primera gran pérdida, fue el momento en que descubrí que todo puede pasar. Que los vientos pueden girar y se vuela todo al revés. Que cuando las cosas se vuelan no se puede salir corriendo detrás, el viento es veloz. Y un chico en la alborada de su vida nos dice adiós, que se va a vivir a una estrella, que elijamos cual. Cuando veo que el sol se torna más rojizo, cuando percibo esa brumilla que se le cuela por los costados, dejo lo que esté haciendo, no importa que sea, jamás será más importante; y me siento un momento a esperar a mi primo. Lo saludo, le guiño un ojo y sigo con lo mío. Cuando veas un sol rojizo, siéntate un instante, siempre tendrás una estrella para poner un amigo. No se, pero me da la sensación de que puede estar más contento allí. O seré yo, no lo se.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1120819954699056082005-07-08T12:51:00.001+02:002008-02-15T17:07:52.928+01:00NOELINAEstamos todos tan contentos alrededor de la mesa. Esta noche ninguno se enojará, las diferencias se dejarán de lado para dar paso a la unión, la comprensión. Se puede sentir el espíritu que compratimos todos. A mi madre se la ve orgullosa, ha logrado tener una familia unida a fuerza de ejemplo y trabajo diario. Mi padre se enreda en todas las charlas de la mesa, podría responder cien preguntas al mismo tiempo.<br />Es la navidad de 1997, son como las diez de la noche, las copas están listas.<br />¿Recuerdas dónde estabas tú esa noche?<br />Te contaré donde estaba una amiga, una buena amiga.<br />Esa misma noche de navidad, la del 97, mi amiga acababa de nacer. Seguro fue por la tarde, serían las siete. Con poco más de tres horas de aire en sus pulmoncitos, la dejaron en la puerta del horfanato de su siempre cálida Calcuta natal. Por llegar la noche de navidad, le pusieron Noelina. Así se llama esta ardillita de un escaso metro de estatura.<br />Nació en la India, lleva el color de su origen en la piel. Ella dice que es marrón y despierta risas. Dice que le encanta la música y despierta ternura. Dice que quiere a sus padres con todo su corazón y despierta un montón de lágrimas en nuestros ojos.<br />Sus padres son unos grandísimos amigos, dos soñadores que se cruzaron el mundo para dar un poco más de vida. Que fueron contra viento y marea a buscar a su hija. A traerla al hogar, a darle una nueva oportunidad. Fueron a apostar por la vida, a regalar, como siempre hacen, todo su amor.<br />Cada Navidad, brindo con dos copas y te invito a ti a hacerlo. Una para brindar con mi familia, la otra para desearle feliz cumpleaños a esta ardillita que descubrió la vida, después de la vida.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1119282402202002452005-06-20T17:45:00.001+02:002008-02-15T17:07:30.250+01:00EL MILAGRO DE LA SIRENITAY un día, se produjo el milagro.<br />Es que los milagros se dan así, como un suspiro, una brisita que llega por una ventana del cielo que se dejó abierta un ángel distraído en pleno vuelo.<br />Nosotros estábamos de la mano, nos las apretábamos con una mezcla fantástica de ternura y fuerza. Era el instante en que nos convertiríamos en dueños del mundo, el momento en que no nos importaría nada más, pasase lo que pasase solo pensaríamos en nosotros. Es curioso, pero a nosotros nos cuesta pensar solo en nosotros, no lo había pensado.<br />Decía que el milagro estaba gestándose, de un momento a otro nos llenaría de luz. Una cara con ojos tan emocionados como asustados, me miraba diciéndome sin decir: Solo espero que todo vaya bien, que salga todo como esperamos, nada más. Claro –contestaba yo, sin hablar- saldrá todo bien, es todo lo que deseo. Y quiero que vos estés tranquila. ¿Quién puede estar tranquilo cuando sabe que en unos minutos verá un sirena? En fin, era mi modo de convencerme de que debía relajarme un poco. No me lo creía, seguía ansioso.<br />De pronto se abrieron las aguas como en el Mar Rojo de Moisés, se escuchaba el ruido del mar de la vida, el rumor de olitas chiquitas que se escondían tras la tela verde. Silencio… Un breve chapoteo… Y más silencio…<br />Del mar no se escuchaba casi nada, apenas un murmullo húmedo, hasta que de pronto emergió la sirenita. Única habitante del mar de la vida, dueña de todas nuestras lágrimas. Cuando vi su manita abriéndose paso en el aire del mundo de los hombres, casi me derrumbo, dio una brazada buscando equilibrio para sacar el cuerpito y nos conmovió como si hubiera dado un pase mágico. Estos breves instantes me acompañarán siempre, serán mi motor cuando no tenga más energía, serán mi luz cuando toda luz se haya apagado. Será el recuerdo del momento más feliz de mi vida.<br />Primero las piernitas, luego aquella manita, el otro brazo, la cabeza. Nuestra niña ya estaba afuera. Ya estaba con nosotros, a ver si podemos hacértela pasar bien. Nos dedicaremos a eso, viviremos por eso. Este mundo puede tener sus detalles, pero encontrando la vuelta, no está tan mal, puede ser maravilloso. Al fin y al cabo es lo que tenemos. Te estábamos esperando sirenita. Bienvenida, Ona. Que seas muy feliz.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1117798839586467632005-06-03T13:39:00.001+02:002008-02-15T17:07:22.572+01:00RECUERDOS DE LA LUNAAlrededor de 1978 viajé a la luna.<br />Fue un viaje interesante, lo desvelo hoy como un secreto largamente guardado, sin dudas la gente recuerda a los Amstrong, Aldrin y Collins que lo hicieron en el 69. Yo lo hice nueve años después. Ellos salieron de Florida y yo de Argentina.<br />Pero quisiera ir por partes y contarte cómo surgió el proyecto.<br />Una siesta tremenda, de esas en que parece que la fruta madura de un solo golpe a 40 grados a la sombra, estaba yo en el fondo de la casa de mis abuelos. Sentado en el medio del patio, anotando en una libretita las vueltas que contaba al atleta que giraba en círculos a toda marcha. Se trataba de mi tío Juan, un tipo fantástico, dueño de un sentido del humor inmenso, capaz de hacer reír a un samurai con dolor de muelas. Éste corría enfundado en un traje de plástico azul petróleo que me tenía fascinado; y al ver mi cara de asombro, había coronado magistralmente el uniforme con un casco de moto blanco con un cristal de burbuja. El atuendo poco convencional se debía a no se qué ansias por bajar de peso a fuerza de perder litros de sudor. Él corría y se reía, pero yo estaba muy serio entregado a mi misión de notario.<br />En un momento le pregunté: Juan, ese traje es de astronauta o me parece a mi? Efectivamente, me dijo, me lo mandaron de Estados Unidos.<br />Creo que abrí la boca más grande que el león de la metro, no podía creer que la suerte fuera tan oportuna, un tío astronauta, mi sueño al alcance de la mano. Le pregunté si tenía previsto viajar al espacio y me dijo que sí, que muy pronto partiría a la Luna. Y cerró su frase con la pregunta. El mundo entero dejó de sonar, no era capaz de escuchar nada más, solo resonaban en mi cabeza sus últimas palabras: Querés venir?<br />No hace falta que te diga que me puse a correr detrás de él. La libretita quedó en el suelo, posiblemente tendríamos que pensar en reclutar a otro notario, pero ahora no había tiempo para eso. Ahora había que correr para prepararse.<br />Exhaustos nos tiramos a la sombra, para reponer el aliento. Era mi momento, debía empezar a saborear mi nueva profesión, entonces le dije: Juan, y a mí cuando me mandan el traje? En una semana, quizás dos. Listo, no dormiría por dos semanas, me veía con el traje yendo al colegio, para habituarme claro. No importaba que me vieran las compañeras y cayeran a los pies del astronauta. Ni que me regalaran cosas en los recreos los muchachos. Seguro serían muchos los que pedirían una piedrita de la luna, pero los tendría que convencer para que desistan. Esto era serio, no se puede pensar en piedritas, pero a esas cosas las sabíamos los astronautas, ellos eran niños.<br />El estado de excitación fue en incremento, más aún cuando mi tío Juan me recordaba detalles y elementos que debíamos llevar. Sí sí, claro no te preocupes, yo me acordaré de todo.<br />Una noche de diciembre de 1979, partimos de San Juan, Argentina. Serían las 10 u 11 de la noche, 2200 o 2300 como decimos los astronautas cuando empezó la cuenta regresiva. Cinco, cuatro, tres ,dos, uno… Todo sucedió muy de prisa, volar y perder la gravedad, de pronto flotábamos dentro de la nave riéndonos nerviosos. Llegamos a la Luna muy pronto. Bajamos, pisamos el suelo polvoriento y a lo lejos se veía la Tierra, allí estarán mis padres pensé. Aproveché ese momento para ir a hacer pis, tiré la cadena, volví a la cama y me hizo falta un poco de concentración para volver a la luna. Una experiencia inolvidable, tiene razón Armstrong cuando lo dice.<br />Después no volvimos a ir. Será que nos hemos olvidado. Si lo conocés a mi tío Juan, decile que te lleve. Y ni se te ocurra decirle que sabés que no es verdad, a él le gusta que sea así. Todas las noches me acuerdo de él, cuando miro la luna pensando que deberá estar llena de tíos Juanes llevando sobrinos a soñar.<br />Gracias Juan, te debo un pasaje.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1116927165178021302005-05-24T11:31:00.001+02:002008-02-15T17:07:15.569+01:00EL HUERTO DE LAS SONRISASTengo un amigo que es dueño de todo el mundo.<br />Camina entre las berenjenas con la cautela de un equilibrista, pone cuidadoso un pie delante del otro. Se le meten terrones de tierra fértil por la boca de la zapatilla y pareciera que lo disfrutara más. De un salto de los suyos, de esos saltos de atleta octogenario, se enfila entre los pimientos; rojos, verdes, rojos, verdes. Gira a la derecha y se sumerge en un océano de cebollas, el mar verde azulado le acaricia las rodillas, él camina mirando hacia el cielo, pero es incapaz de pisar una sola planta. Más adelante están los ajos que se agitan a su paso como si quisieran hacerle cosquillas para darle la bienvenida.<br />Así son las mañanas de mi amigo Joan, el bisabuelo de mi hija. Un catalán de piel dorada que reparte sonrisas con la misma generosidad que tira semillas en los surcos o riega las plantitas lleno de esperanza. En su huerto tiene los mejores melocotones del mundo, los mismísimos que merecieran el halago de Johan Cruyf, la medalla que ostenta el Joan desde hace años. También tiene manzanas que le pesan a las ramas de unos árboles que casi tienen su misma edad. Unas peras por allí, uvas, lechugas, alcachofas. Tiene unas perras que lo adoran, un ejército de gatos que a su llamado vienen en tropel como el séptimo de gatería. Le gustan tanto sus amigos que hasta tiene un pez grandote y gris al que le da pan en la boca.<br />Lo tiene todo allí, en su hectárea. En su mundo. Dueño de todo el mundo, poseedor de una sonrisa que te puede cortar, en un solo segundo, años de angustia.<br />Hoy vino a traerle sus cerezas a su nieta, dejó la bolsita, se rió un poco y se fue como solo él sabe irse, caminando con la certeza de que va por el camino correcto. Estaba apurado, tenía que volver al mundo, adonde reina la flor, vuelan los ladridos y él se gira y se ríe con un melocotón, de los de Cruyf, rezumando sus lágrimas rosadas que se le cuelan al Joan entre los dedos. Lágrimas de risa, claro.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1116927058468225502005-05-24T11:30:00.001+02:002008-02-15T17:07:08.532+01:00SIGUE LLOVIENDOClin clin, clin clin…<br />Serán las tres de la tarde, estoy sentado en la galería de mi casa, tengo seis años y la lluvia canta sobre el techo de chapa. Clin clin, clin clin…<br />El olor de la tierra mojada se me ocurre hoy entrañable, quisiera sentirlo ahora mismo y que se quedara de fondo para siempre. Clin clin, clin clin… He visto tantas lluvias, veré tantas también. Me fascina la lluvia, con un pequeño esfuerzo podría acordarme de cada una, de cada lluvia que vi en mi vida. He visto llover en los sitios más distantes. Vi tormentas en el Amazonas, tímidas lluviecitas que a duras penas parecían un estornudo sobre el desierto. Estuve horas gozando bajo la lluvia con el mar andaluz a la cintura. He caminado kilómetros bajo una cortina plateada que caía incesante. He reído como loco cuando parecía que el cielo entero se derramaba sobre San Marcos Sierras.<br />A veces veo una nube perdida deambulando por aquí y quisiera poder pedirle que se vaya a San Juan, a la casa de la esquina y que si ve un niño sentado en la galería le cante: Clin clin, clin clin…<br />De ella también depende que algún día sea un hombre lleno de felices recuerdos.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1115818404179107182005-05-11T15:16:00.002+02:002008-02-15T17:07:01.939+01:00CORAJE MUCHACHACuando la vi me llamó la atención por su pañuelo al cuello. Se advertía un toque de elegancia que no daba el brazo a torcer a la realidad. El pelo, plateado, natural, experiencia cabello a cabello. Venía con su pasito vacilante hacia la caja, sacó un paquete de fideos, un par de calditos, una lata de tomates y una larga y escuálida barra de pan. Doce con cincuenta, sacó la cantidad exacta de su monedero y se fue caminando a la velocidad que le permite ese dolor de rodilla que parece no tener solución.<br />Me quedé pensando en la señora del pañuelo al cuello, en su porte digno y amable. Pensé en los fideos que haría ese día, en la ración justa de su compra. Traté de seguirla con mi carro quincenal, hasta fantaseé con la posibilidad de acercarme a darle algo para aportar a su magra bolsita.<br />Aquí deberían estar los economistas y síndicos que elaboran planes e informes de miles de páginas, tratando de reflejar los índices económicos. En las cajas de supermercado se ve la realidad.<br />Cada invierno aceptan el incremento de la pobreza, imposible de evitar en los poblados cajeros de los bancos. Convertidos en verdaeras residencias nocturnas de quienes no tienen más techo que un cartón. No señores, se puede ver a plena luz del día, en estas microscópicas operaciones comerciales.<br />Hoy volví a ver a la dama del pañuelo al cuello en el super, y cuando los opacos ojos de la cajera le dijeron siete con cincuenta, me di cuenta que vamos mal. Mal.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1114693935404969642005-04-28T15:04:00.001+02:002008-02-15T17:06:54.195+01:00FAROLITOSVaya al hotel antes de que se haga de noche, me dijo.<br />Eran mis primeros minutos en Villazón, una ciudad olvidada, más llena de barro que de gente. Un enclave entre Argentina y Bolivia, está en territorio boliviano, pero nadie en ese país se acuerda de Villazón, menos de su gente. El puente de cien metros que la separa de La Quiaca la deja muy lejos de Argentina, la necesidad de su gente, la deja lejos de Bolivia.<br />El camino al hotel, por callecitas enlodadas, coronadas por monumentales torres de alumbrado público, solo se vio alterado por el ladrido de algún perro. Todo es calma en esta ciudad de gente sumisa, amable y tranquila. Hasta el reloj parecía más lento a medida que me adentraba en dirección a la plaza central.<br />Un par de horas más tarde la noche ya se había apropiado de todo. ¿Por qué no encienden las luces de la calle? -pregunté. Porque están ahí, pero no funcionan, me contestó con total naturalidad el conserje. Empezaba el recorrido por la ciudad de la oscuridad.<br />En los primeros metros me sorprendí por un telaraña de silbidos que ensordecía, una congestión sonora impresionante, sin ritmo ni sentido. Un poco más habituado, como quien adapta sus ojos tras encandilarse, empecé a diferenciar los silbidos. No se podía ver a un metro en la oscuridad opaca de Villazón. La gente se saludaba con silbidos, unos desde esta esquina, los otros desde vaya uno a saber dónde. Hasta parecían establecer pequeñas conversaciones con la intención de un silbido distinto a otro. Alguien silbaba con potencia desde un banco de la plaza y si escuchaba la respuesta, partía al encuentro de su amigo.<br />No podía creer lo que escuchaba, el poder de la comunicación en boca de personas que se fueron adaptando gracias a su total carencia. Menos aún, podía creer lo que había visto esa misma tarde, las torres de alumbrado colocadas por algún gobierno como si se tratara de esculturas o adornos de una promesa urbana.<br />Villazón y su gente, son muy pobres, expuestos al abuso de quienes prometiendo luz, van sucediéndose en la administración. Son tan pobres que no se veía una sola linterna, ni una luz que invitara a sosegar ese paseo a tientas por las calles embarradas. Tan pobres que se me ocurrió comentarlo con un joven de allí, entre silbido y silbido. Me dijo que las noches eran muy lindas en su pueblo, que se conocían todos por el metal de su silbido y que las noches de luna llena eran una verdadera fiesta. Entonces cambié de opinión, me di cuenta que la pobreza existía en los que nos dábamos cuenta que faltaba luz, pero ellos están llenos de riqueza a fuerza de pulmón. Y que sus ganas de encontrarse les enciende un farolito a cada uno, en el corazón.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1113222658423282342005-04-11T14:30:00.001+02:002008-02-15T17:06:46.621+01:00DESTIERROCuánto hace que dejaste tu país?<br />Sin tiempo para pensar una respuesta, el pintor contesta: 32 años. Se le ve en los ojos que siempre tiene la respuesta lista, que cada día repasa la suma y sería incapaz de equivocarse en una sola hora el tiempo que lleva lejos de su tierra.<br />Ni tres largas décadas han sido capaces de hacerle olvidar el olor de Montevideo, los colores de los barcos que se mecían en el puerto aquel miércoles ventoso de abril, cuando él zarpaba a tierras lejanas. No importaba a dónde, pues bastó salir a mar abierto para estar lejos. Para ausentarse, para estrenar la vida de una nueva persona. La de aquel hombre gris que piensa en volver, cada día, desde hace 32 años.<br />Con el tiempo se fue acostumbrando al sabor de la cerveza, al café más cargado, a saludar con un golpe de cabeza en vez de cruzar miradas, sonrisas y palabras. Se acostumbró a ver el fútbol sin apenas un poquito de pasión, a vivir en una casa pequeña y a tener una vida común.<br />El pintor fue tomando los colores de la ciudad que lo acogió, fue dando a los estridentes tonos latinos de su infancia, una vuelco hacia los grises y ocres importados made in europe.<br />Parece de aquí, pero seguirá siendo siempre de allí.<br />Cada día ,desde hace 32 años, quisiera estar un rato en su país, sin otro motivo que pararse frente a la tumba de su padre para hacerle una sola pregunta. Cada día, desde hace 32 años, sueña que se para en ese lugar sagrado y dice: Papá, estás orgulloso de mi?<br />Carlos, amigo, pintor, yo se que a cada minuto, en cada instante, desde donde sea, tu padre está orgulloso de ese muchacho que cuenta las horas de ausencia de su Montevideo natal. Solo cerrá los ojos y escuchalo. Sumar tiempo no es sumar amor. O sí.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1112718124533732362005-04-05T18:21:00.001+02:002008-02-15T17:06:39.924+01:00ESPANTAPÁJAROSMi abuelo era un espantapájaros.<br />Asustaba a cualquiera. Él dejaba que se acercaran un poco, con su aspecto afable edificado bajo el sombrero. Era difícil encontrarle el lado flaco, se encargaba de contarle las costillas a quien se pusiera enfrente con una maestría que sorprendería a Sherlock Holmes. Sabía de donde venía la gente, qué hacía en el medio y hacia dónde iría luego. Lo percibía en el aire.<br />Si de repente sentía el aroma de la insensatez, tiraba una mirada como latigazo que hacía que quien estuviera enfrente se despidiera reconociendo vaya a saber qué error. Se espantaba y salía volando.<br />Mi abuelo, ese hombre de pocas palabras, seguro eran pocas porque se encargaba de cumplirlas y ser consecuente con cada una de ellas, era un espantapájaros. Con una imagen imponente, bastaba acercarse sin miedo y conocerle para saber que era de trapo, sencillo, blando. Con un corazón que de grande se le podía salir de la camisa en cualquier instante. Con perseverancia protegía un solo huerto, el de la familia.<br />A la sombra de aquel hombretón de sombrero perenne, nacieron plantas. Sus plantas, unas dulces, otras no, unas picantes, otras plantas, nada más. Las plantas del gran espantapájaros crecieron hasta dar sus frutos. Del mismo modo fueron naciendo, unos dulces otros no.<br />Aquí está uno de ellos. A veces cierro los ojos ante un peligro y se que él se encarga de espantar a quien aceche, los abro y veo alejarse la sombra larga con sombrero. Mi abuelo es un gran espantapájaros.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1112361507658454562005-04-01T14:56:00.001+02:002008-02-15T17:06:31.071+01:00SOLEDADElla camina de la cocina al comedor, se la ve tan vacilante que hace pensar que no conoce el camino. En sus manos la pila de platos canta en un tintinear sinfónico. La melodía rebota en cada rincón de la casa, sube vaporizado y vuelve al tocar en el ángulo donde la pared se vuelve techo.<br />En su paseo tambaleante se cruza con Carlos, se saludan, hablan de todo y nada al mismo tiempo, se vuelven a saludar, se dejan. Sigue su rumbo hacia el comedor que parece alejarse, la casa ha tomado una dimensión terrible. Casi ni se ve la puerta del dormitorio, la cocina quedó lejos y ese comedor que aún se niega a aparecer. Unos pasos más adelante se encuentra con su madre. Cuánto tiempo hacía que no se veían, se miran, se reconocen tocándose las manos, apenas si se dibuja una sonrisa en sus rostros detrás de el velo de lágrimas. Sigue caminando con la compañía inconfundible del perfume materno, ya debe estar cerca el comedor, piensa.<br />Los platos revelan cada paso, se tocan y vibran, se calman, vuelven a cantar. Se encuentra con su hijo, aquel que vive lejos, miradas, besos, lo abrazaría tan fuerte si no tuviera esa pila de platos en las manos, pero lo besa, lo besa muy fuerte y le habla bajito al oído. Sigue su camino.<br />Al fin ha acabado su tortuoso periplo, está en el comedor.<br />Se agacha, guarda uno a uno los platos en el mueble oscuro, como cada semana. Los deja dentro despidiéndose de ellos hasta dentro de siete días. Cuando vuelva a emprender su viaje desde la cocina, encontrándose con los fantasmas de la soledad de la casa que tantas veces la vio soñar ilusionada.<br />La soledad, piensa, lo agranda todo. Y amar es estar solo.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1112168238317586192005-03-30T09:36:00.001+02:002008-02-15T17:06:24.087+01:00ANILLOSSí, acepto.<br />Era la segunda vez que se escuchaba esta frase en el último minuto. Aún retumbaba lejana la voz y los dos trataban de oír más todavía para estar seguros que aquellas palabras habían rozado sus labios un momento atrás, que era por sus gargantas que habían rodado.<br />Se tomaban las manos, y en ese gesto se advertía que había una terrible coincidencia. Los dos pensaban en sus propios caminos, aunque no estaban seguros del destino de los pasos del otro. Se estaban quedando juntos porque era lo que les tocaba, lo que debían hacer.<br />Miraban su flamante fracaso desde los ojos ilusionados de los demás. Acababan de cerrar un trato, de iniciar un pacto de silencio. Sus ojos ni se encendían con el brillo de la pasión, ni si buscaban ilusionados.<br />No había diferencia con la desilusión de quien compra un pan de la mañana a las nueve de la noche. Sabe que no es lo mejor que puede hacer, solo se conforma con tenerlo, sabe que no lo disfrutará como a aquel otro, pero es lo que hay.<br />Se besan, salen y atraviesan riendo una espesa nube de arroz.<br />Tú los conoces, ponles por mi los nombres. Estos, como tantos otros, no comieron perdices.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1111415867583551852005-03-21T15:35:00.001+01:002008-02-15T17:06:16.335+01:00DIGNIDADViajé a mi país y me sentí incómodamente crítico de todo cuanto veía.<br />Es difícil no mirarlo con ojo crítico. Uno tiene los recuerdos<br />guardados con tal cariño, que al ver la transfiguración de la ciudad,<br />de la gente, de los lugares tantísimas veces frecuentados, no puede<br />mirar sin pensar en el fallo, en lo cuestionable de cada detalle, en<br />la degradación. Si hasta los árboles parecen menos verdes.<br />Admiro y protejo con un manto de cariño a todos los que, a diferencia<br />de lo que yo hice, se quedaron soportando una terrible crisis<br />económica, social, psicológica, mediática, política. Ni se me<br />ocurriría cuestionar a estos que, por elección u opción, aguantaron,<br />soñaron, crecieron y jamás perdieron la esperanza.<br />He vivido casi toda mi vida en Argentina, es un lugar maravilloso,<br />aunque siento que el mundo entero es mi lugar, volvería siempre a<br />Argentina. Conozco a su gente y sus costumbres, he recorrido todo el<br />país. Estuve en cada provincia ,para quienes no sean argentinos o no<br />hayan ido les comento, hay 22 provincias en un país inmenso de<br />2.800.000 km2, un tercio de Europa entera. Ir de punta a punta es lo<br />mismo que viajar de Noruega a Sicilia.<br />Decía que conozco Argentina y a los argentinos, se cuánto les ha<br />importado siempre como se ve su país desde afuera. Siempre se han<br />mirado con los ojos de otros antes que con los propios. Es una larga<br />tradición y sería muy extenso explicarlo. Digamos, por resumir, que<br />tienen una rara sensación de emigrantes. Sienten que esta tierra<br />fantástica donde viven, no pertenece a la parte del mundo adonde está.<br />Son demasiado europeos para estar en América Latina, son demasiado<br />latinoamericanos para olvidarse del resto y pensar en ellos. Es así<br />que la opinión de un viajero está sobrevaluada, toma una dimensión<br />inimaginable.<br />Estuve hace poco tiempo allí, en mi país. No podía pasear sin fijarme<br />en los niños de la calle, los mismos que antes eran parte del paisaje<br />urbano. No podía ir al supermercado, sin detenerme a ver los carritos<br />vacíos. No podía ver a mis amigos romperse el alma trabajando, sin<br />pensar en sus magrísimos sueldos. Detrás de ese velo que lo cubre<br />todo, hay gente fantástica, sitios soñados y un horizonte que no hace<br />otra cosa más que prometer futuro. Es una cuestión de dignidad.<br />Es difícil evitar el telón, porque la dignidad cuando se tiene es<br />invisible, pero cuando no se tiene. ¡Hay que ver cómo se ve!PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1111081751205820332005-03-17T18:42:00.001+01:002008-02-15T17:06:02.909+01:00ALZHEIMERNo, yo quiero irme a la casa de mi mamá, dejame, dejame. Ahora como la papa y me voy, seguro que me viene a buscar el tío Vicente, yo me quiero ir con mamita.<br />Era mi abuela la que hablaba. Pobrecita. Hacía años que no tenía mamita, ni tío Vicente ni comía “la papa”. Ella se quería ir con su mamá. Yo recién hoy la entiendo, hasta ahora no había pensado en sus palabras. Tenía Alzheimer. La cruel epidemia de nuestro tiempo, una enfermedad maldita que mata mal. Que mata una parte, que no acaba de hacer. Que va rompiendo y engaña, hace unas maniobras para que a los pobres ilusionados nos parezca que cesó, que se acabará. De repente arremete de nuevo, borrando recuerdos con la fuerza de un torbellino. Arrasa ideas, revienta gestos, rompe definitivamente los vínculos. De pronto una mirada que se pierde, que no te reconoce, que te hiela. ¿Quién sos vos? Y a vos no se te ocurre decirle la verdad, no tenés coraje de mostrarle que se equivoca, que no reconoce a su nieto. Vos le decís que haga un esfuerzo, ella te pone cualquier nombre y teminás aceptándolo sin más. Sin opción, te convrtís en esa persona. En quien sea. No tenés derecho de decirle que no, al menos no te interesa hacerlo. Te volvés Vicente, Antonio, Oscar, cualquiera. Te da igual, solo te interesa que no se preocupe, no contrariarla. Vale el trueque a cambio de tantas leches calentitas, de tantas naranjas peladas con arte maestro. Ni se compara con esas sopas de invierno, con los guiños cariñosos, con los mimos antes de taparte por milésima vez en una misma noche. Nada vale más que sus enseñanzas, que su entero y total amor.<br />Me quiero ir con mamita…<br />Claro, estaba pidiendo que la liberaran de su laberinto de caras y nombres. Quería irse, con su pasito apresurado, a otro sitio donde no le costara tanto llevar adelante cada día.<br />Y se fue. Un día nos estrujó el corazón y partió. Quedamos con el pecho encogido, tristes hasta el aburrimiento. Se fue un ángel, hasta se debe haber ido volando. A veces lo pienso.<br />Hoy volando vino, me toco la cara como siempre y me dijo: No te preocupés, estoy con mamita. ¿Y sabés qué? Me llamó por mi nombre: Vicente, Antonio, Oscar, o el que sea.<br />Buenas noches abuela.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1110530684413320722005-03-11T09:42:00.001+01:002008-02-15T17:05:53.776+01:00EL MAESTRO DE LAS PIEDRASPerdido en medio de la cordillera de los andes, perdido con ganas, olvidado por naturaleza, secreto en cientos de corazones. Silencioso y perenne, digamos que no se levanta ni se erige, sino más bien se desparrama como puede entre medio de las montañas; Divisadero, un entrañable y minúsculo pueblito.<br />Allí, a ese lugar tan alejado de la mano de Dios, pero tan cercano a su corazón, llegó un hombrecito lleno de sueños, rebosante de magia. Hombrecito por su edad, por lo pequeño que se veía con semejante escenografía. Hombre cabal y total, visto por sus ideales, por su entrega, por su carácter inquebrantable.<br />Recibido de maestro normal con tan solo 17 años, se metió en el corazón de la roca dispuesto a llevar cultura a esa gente desprotegida y curtida. Gente trabajadora, castigada por el frío y capaz de cubrir sus necesidades con una imaginación apenas más grande que sus bondad.<br /><br />El comienzo fue duro, como todo comienzo, pero este además sucedió en un lugar particularmente hostil. Donde el frío entra sin permiso, el agua no llega ni con permiso y un polvo que parece talco se mete en los ojos para toda la vida.<br /><br />Fueron llegando los alumnitos, trazando venas en los cerros, unos a caballo, alguno en bicicleta y todos los demás a pie. Caminaban kilómetros para llegar a su encuentro con el maestro. Unos eran alumnitos y otros alumnos nomás, tanto tiempo sin maestro había llenado de años a los postulantes, que se repartían en el aula única para aprender todos a un mismo tiempo los secretos de la palabra escrita, la magia de la historia, los caprichos de los números y poquito más. Pero para esta gete, esa primera enseñanza lo era todo, lo fue todo y sigue siéndolo. El maestro con paciencia fue tallando la piedra bruta de cada alumno con la intención de llegar al diamante de sus corazones. Sacándoles la cáscara de incultura, frotando con cariño para alcanzar el brillo. <br /><br />Cuatro décadas después, esos hombres, ancianos muchos, ese puñado de instruidos del medio de los cerros quiso devolverle como podía la dedicación, comprensión y amor al hombre de blanco que azotaba la campana de la escuelita de adobe cada mañana. Así le dedicaron una plaza, la única plaza de Divisadero y posiblemente la única en kilómetros. Un milagro entre las piedras.<br />Deben haber sido las siete de la tarde, el sol engaña al reloj en esos páramos cordilleranos, cuando la Plaza Maestro José Gregorio Vargas comenzó a llamarse así. Los alumnos abrazaban con emoción al maestro. Y por las lágrimas de éste, podía advertirse que el polvo que parece talco, se le había metido en los ojos para toda la vida.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1110378961799442382005-03-09T14:25:00.001+01:002008-02-15T17:05:45.198+01:00NIÑOEsfuérzate cuanto puedas.<br />Haz que todos los sueños se hagan realidad.<br />Mírame a los ojos y dime que no es posible, que no te sale, que<br />abandonas, que claudicas…<br />Soy el niño que fuiste, soy el chico que desde un rincón del corazón te dice:<br />¿Estas cansado?<br />¡Pues yo no, así que iremos a más!<br /><br />¿Quién se atreve a decepcionarlo?<br />¿Quién es capaz de decirle que no tiene tiempo de escucharlo?<br />¿Quién puede darle la espalda?<br /><br />Te deseo que escuches esa vocecita cada vez que flaqueen tus fuerzas, cada vez que se te nuble el horizonte, cuando se te vuelva borroso el mapa.<br />Ahi está siempre ese niño hablándote, pidiéndote más. Recordándote cómo era el plan.<br />A mi me dice siempre que te escriba, que lo hemos deseado siempre, que te ayude a salir adelante.<br />Ahora me está hablando, me dice que te diga que te quiero, que te recuerdo siempre, que eres muy importante para mi.<br />Tómalo en mis palabras, eres muy importante, tú y tu niño.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1110292050320506652005-03-08T15:23:00.001+01:002008-02-15T17:05:35.948+01:00COPASConozco un tipo que diferencia el olor a melocotón del que tiene el albaricoque, durazno y damasco. Tiene un olfato tan fino que puede describirte los treinta aromas que libera un vino. Un tipo tan mágico que encuentra musas en una copa, capaz de ver duendes dibujados en el cristal. Tan sensible es mi amigo que cuando queda una gota rodando por la copa, a él se le escapan dos de los ojos.<br />Este hombre que te espera, luego del deseado regreso a tu país, con una montaña de empanadas hechas a las siete de la mañana, lo merece todo. Este brutal compañero que se fue a Londres a ver al amigo que la estaba pasando mal, para regalar un nuevo abrazo. Abrazos capaces de salvar a cualquiera, los mismos que nos diera cuando un 31 de enero mi tío nos dijo adiós, o no nos lo dijo, pero tuvimos que ir nosotros a decírselo, con él claro. Este tipo les puedo asegurar que es increíblemente generoso, lo dio todo y lo volvió a construir mil veces. Yo se muy bien que cada vez, lo hizo para darlo de nuevo. Para abrazar.<br />Alberto, enólogo, Mono como te gusta a vos. Te fuiste y no pude aprender a diferenciar el olor del melocotón del albaricoque, el del cuero y el del roble. Me perdí la receta de las empanadas, se me olvidaron tantas cosas.<br />Pero mi querido amigo, me dejaste el olor de la amistad. Cada vez que te recuerdo lo siento, cada vez que lo siento, me parece verte del otro lado de la mesa, con la cara larga a través del cristal de mi copa. Salud amigo, me imagino que nos estarás esperando con un banquete allí arriba, nos vemos hermano.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1110206121857500072005-03-07T15:05:00.001+01:002008-02-15T17:05:25.253+01:00CONTESTADORTuuuuuu... Tuuuuuuu.... Biiip...<br />Este es el contestador automático de mi alma, después de la señal deja tu mensaje, lo siento pero en este momento no puede atenderte. Este contestador se activa cada vez que mi alma se hace la distraída y se olvida de aparecer por aquí. Algunas veces se pone en funcionamiento cuando veo un niño descalzo y no soy capaz de emocionarme. Otras lo hace si no escucho el llamado de un amigo que, a su modo, me pide que le de una mano. Un día se encendió cuando no tuve palabras para responder a un te quiero. Se conecta a veces, cuando veo un iraquí sufriendo horribles atentados y no me convierto en iraquí. Cuando no soy capaz de transformarme en aborigen, si veo aborígenes sin oportunidades. Cuando hay hambre y ni me da una cosquillita en las tripas. Cuando pide comprensión un enfermo y no escucho su voz. Cuando se que en Sudán la desesperación se apodera de miles de personas y no puedo sentirme sudanés. Cuando me vuelvo sordo ante el llanto de un niño.<br />Si lo encuentras activado, por favor déjame tu mensaje, dime que estoy ausente, que me estoy perdiendo lo más importante de la vida. Se me hace difícil controlarlo, alguna vez se echó a andar solo, cuando me sequé una lágrima sin siquiera pensar en lo que me la produjo. Tantas veces me encontré con el contestador lleno, luego de ocuparme de lo urgente antes que de lo importante.<br />Amigo, me importa escucharte. Si alguna vez te topas con el contestador, deja pasar un momento y, por favor, dame otra oportunidad. Gracias. Biiiip...PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-10700086.post-1110047606683360552005-03-05T18:55:00.001+01:002008-02-15T17:05:17.346+01:00DULCE TULUMBAUno va caminando por una callecita de Estambul, les aseguro que no es tan simple como suena, caminar por esas calles es en sí una gran experiencia. Se puede pasear por Europa y con solo apurar el tranco aparecer en Asia. Basta atravesar el Bósforo y cambiar de continente.<br /><br />Eso sólo puede pasar en Estambul.<br /><br />Darse una vuelta, rodenado el cuerno de oro y llegar al Café de Pierre Lotti, sentarse frente a ese horizonte poblado de siluetas de mezquitas y barcos, de la siempre concurrida Constantinopla.<br /><br />Eso también, sólo puede pasar en Estambul.<br /><br />Frente a la vieja parada final del Orient Express, al lado de la puerta de entrada al Imperio Romano de Oriente, se puede uno sentar en la que seguro es una de las casas de té más hermosas del mundo. Los dulces tradicionales son verdaderas obras arquitectónicas, quizá más logradas que la misma mezquita azul o el Palacio de Dolmabahçe, montañas de mil hojas bañadas con cataratas de miel y granizadas con pistacho.<br /><br />Encontrar estos exquisitos dulces, sólo puede pasar en Estambul.<br /><br />Este viajero se llenó de curiosidad y cierta añoranza, cuando descubrió que uno de las más dulces y deseados manjares se conseguía diciéndole a la señora que atendía: Tulumba. Tal y como suena, este es el nombre del más exquisito de los pasteles turcos. Tulumba, como el querido pueblo del norte cordobés. Un sitio soñado, basta con dar dos pasos para llenarse los pulmones de aire puro y cruzarse con el primer tulumbano sonriente, de los muchos que te encontrarás a lo largo del día.<br />Un lugar mágico donde se escucha el río desde cada rincón del pueblo, donde su gente se jacta del pan fragante, con un bellísimo paisaje que te termina dejando los ojos verdes.<br /><br />Y créanme amigos, eso, eso sólo se puede hacer en Tulumba.<br /><br /><br /><br />Dedicado a sus embajadores.PAT - Juan Manuel Vargashttp://www.blogger.com/profile/10830224761094282724noreply@blogger.com1