Esfuérzate cuanto puedas.
Haz que todos los sueños se hagan realidad.
Mírame a los ojos y dime que no es posible, que no te sale, que
abandonas, que claudicas…
Soy el niño que fuiste, soy el chico que desde un rincón del corazón te dice:
¿Estas cansado?
¡Pues yo no, así que iremos a más!
¿Quién se atreve a decepcionarlo?
¿Quién es capaz de decirle que no tiene tiempo de escucharlo?
¿Quién puede darle la espalda?
Te deseo que escuches esa vocecita cada vez que flaqueen tus fuerzas, cada vez que se te nuble el horizonte, cuando se te vuelva borroso el mapa.
Ahi está siempre ese niño hablándote, pidiéndote más. Recordándote cómo era el plan.
A mi me dice siempre que te escriba, que lo hemos deseado siempre, que te ayude a salir adelante.
Ahora me está hablando, me dice que te diga que te quiero, que te recuerdo siempre, que eres muy importante para mi.
Tómalo en mis palabras, eres muy importante, tú y tu niño.
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