Tengo un amigo que es dueño de todo el mundo.
Camina entre las berenjenas con la cautela de un equilibrista, pone cuidadoso un pie delante del otro. Se le meten terrones de tierra fértil por la boca de la zapatilla y pareciera que lo disfrutara más. De un salto de los suyos, de esos saltos de atleta octogenario, se enfila entre los pimientos; rojos, verdes, rojos, verdes. Gira a la derecha y se sumerge en un océano de cebollas, el mar verde azulado le acaricia las rodillas, él camina mirando hacia el cielo, pero es incapaz de pisar una sola planta. Más adelante están los ajos que se agitan a su paso como si quisieran hacerle cosquillas para darle la bienvenida.
Así son las mañanas de mi amigo Joan, el bisabuelo de mi hija. Un catalán de piel dorada que reparte sonrisas con la misma generosidad que tira semillas en los surcos o riega las plantitas lleno de esperanza. En su huerto tiene los mejores melocotones del mundo, los mismísimos que merecieran el halago de Johan Cruyf, la medalla que ostenta el Joan desde hace años. También tiene manzanas que le pesan a las ramas de unos árboles que casi tienen su misma edad. Unas peras por allí, uvas, lechugas, alcachofas. Tiene unas perras que lo adoran, un ejército de gatos que a su llamado vienen en tropel como el séptimo de gatería. Le gustan tanto sus amigos que hasta tiene un pez grandote y gris al que le da pan en la boca.
Lo tiene todo allí, en su hectárea. En su mundo. Dueño de todo el mundo, poseedor de una sonrisa que te puede cortar, en un solo segundo, años de angustia.
Hoy vino a traerle sus cerezas a su nieta, dejó la bolsita, se rió un poco y se fue como solo él sabe irse, caminando con la certeza de que va por el camino correcto. Estaba apurado, tenía que volver al mundo, adonde reina la flor, vuelan los ladridos y él se gira y se ríe con un melocotón, de los de Cruyf, rezumando sus lágrimas rosadas que se le cuelan al Joan entre los dedos. Lágrimas de risa, claro.
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1 comentario:
EXCELENTE
UNA COLECCIÓN DE INSTANTÀNEAS DESCRITAS UNA DETRAS DE OTRA, COMO QUIEN TIENE UNA CAJA DE
FOTOS Y LAS ESTA OBSERVANDO.
PRECIOSAS DESCRIPCIONES DE PEQUEÑOS DETALLES QUE LOS HACEN SUBLIMES.
RECONOZCO EN ESTOS TEXTOS A LA NARRATIVA DE JOSEP PLA. I A MI EN PARTICULAR ME ENCANTA
GRANULLERS
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